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Vuelve No Te Va Gustar El grupo uruguayo tocará este viernes en un pub de bulevar, donde presentará su nueva formación y "Todo es tan inflamable", su último CD.
A un año de su último recital en Santa Fe, y días después del éxito logrado en Obras Sanitarias de Buenos Aires -donde agotaron localidades en dos noches consecutivas-, los uruguayos de No Te Va Gustar volverán a nuestra ciudad este viernes, para tocar a las 22 en La S de Boulevard, Bv. Gálvez 2367, primer piso.
Aquí, y al igual que en el escenario porteño, la banda presentará "Todo es tan inflamable", su última placa de estudio, y a Diego y Guzmán, sus nuevos integrantes. Es que quienes vivieron el show charrúa de hace un año notarán que algunas cosas han cambiado: Mateo Moreno y Pablo Abdala -dos de los tres fundadores del grupo- se alejaron de NTVG luego de una década de discos y giras, pero pronto fueron reemplazados por Diego Bartaburu y Guzmán Silveira.>
Con esta nueva formación, los "botijas" recorren Argentina y Chile con una gira que cosecha ovaciones, y tanto el disco como los nuevos integrantes parecen ser más que aceptados por el público.>
Así, este viernes, Emiliano Brancciari, Guzmán Silveira, Diego Bartaburu, Gonzalo Castex, Martín Gíl, Denis Ramos, Mauricio Ortiz y Marcel Curuchet ofrecerán la quincena de temas que componen "Todo es tan inflamable", proyectarán su making of y harán un recorrido por las producciones anteriores del grupo.>

INFLAMABLE
"Todo es tan inflamable" es la cuarta producción de NTVG y contiene catorce temas nuevos, en los que aún se escucha a Mateo y a Pablo. El CD fue producido artísticamente por Tito Fargo y grabado en los estudios Panda (Buenos Aires) y Elefante Blanco, que la banda armó en Montevideo. La placa fue lanzada en noviembre de 2006 y cuenta con invitados de lujo: Rubén Rada pone su voz al candombe "Tirano"; Tito Fargo, las guitarras del primer track y Nicolás Ibarburu, el tres en "De nada sirve", que cierra con versos recitados por Mario Benedetti.
Entradas Valen $ 15 y se pueden adquirir anticipadas en San Martin 2254, o en Belgrano 2119 de Santo Tomé.

Obras inflamable
“Gracias por hacernos cumplir el sueño de tocar acá solos”, exclama un emocionado Emiliano Brancciari promediando el show. Es que, a tres años del desembarco de No Te Va Gustar en Argentina, ver el templo del rock de bote a bote y con la gente cantando y festejando cada tema que interpretaron, es una medalla que no muchas bandas se pueden colgar.

Casi tres horas de show, como le gusta a ellos, y treinta temas que se repartieron entre los quince de Todo es tan inflamable y el resto de los tres disco anteriores, más dos intervalos que sirvieron para mostrar en las pantallas ubicadas al costado del escenario, fragmentos de la preparación y grabación del sucesor de Aunque cueste ver el sol.

No Te Va Gustar es una mezcla rara de estilos, que por eso no deja de ser efectiva y atractiva, y que a la vez, es su sello característico. Durante el show pasaron por el rock, el reggae, ska, chacarera, algunas baladas y el típico candombe charrúa. Eso sí, siempre acompañado con buenas melodías y letras que tienen algo para decir y van más allá de la minita que los dejó o la birra que se tomaron con los pibes del barrio.

Esos fuertes vientos que soplan. Párrafo aparte para los bronces de la banda. Martín Gil (trompeta), Denis Ramos (trombón) y Mauricio Ortiz (saxo tenor), suenan ajustados, precisos en cada intervención y llevan la melodía en varias canciones. Además, ellos son los que permanentemente bailan, saltan y arengan al público. Mientras Emiliano, guitarra en mano y tal vez algo tímido, permanece más estático al frente del escenario.

Los acordes de Verte reír, cuando apenas comenzaba el show, dieron pie a la primera gran explosión en Obras. Luces al público y todo el estadio cantando (escena que se repitió en varias oportunidades). Luego llegó el turno de presentar a los invitados: Mateo Moreno volvió a ser un NTVG por un rato (ex bajista de la banda), cantó Eskimal y tocó la guitarra en varios temas y Tito Fargo, productor del último disco, tuvo su participación arriba del escenario.

Así pasaron No hay dolor, Ya Entendí y varios hits más. Las viejas canciones se mezclaban con las del último disco. Poco antes que comenzara el tramo final, llegó el turno de Clara y Emiliano le dedicó el tema a su papá, que subió al escenario a abrazarlo, lo que provocó que ´los vientos´ se hicieran cargo de la letra, ya que Brancciari muy emocionado no pudo cantarla. Luego, una falsa despedida con Más Feliz y tres bises para terminar bien arriba el show: Pensar, Al Vacío y No era cierto.

A paso firme No Te Va Gustar se ganó al público argentino. A la presentación del cuarto disco se sumó ´el sueño de llenar Obras ellos solos´. Es una banda que crece cada vez más y seguramente en poco tiempo este estadio le quedará chico. Tienen con que hacerlo.

Fuente de datos: Rock and pop.

info:
Tres años. Sí, sólo tres años transcurrieron entre uno de los primeros desembarcos de No Te Va Gustar en Buenos Aires y este presente luminoso. Aquella vez, la banda montevideana tocó en un pequeño local de San Telmo y, como quedó gente afuera, agregó una función para un día inusual: el lunes. Ahora va por su debut en solitario en el estadio de Obras (tiene un antecedente allí, el año último, en el festival Pepsi Music) y, acorde con su historia de colmar cuanto espacio y desafío se le presenta, no será una sino dos las funciones en el templo del rock argento. Es más: las entradas para hoy están agotadas y quedan muy pocas para la de pasado mañana (la función de mañana se pasó para el domingo por la cercanía de Obras con River, donde va a tocar Bersuit). Argentino, de Munro para más datos, Emiliano Brancciari lleva unos cuantos años radicado en Montevideo. Allí fue con su madre cuando sus padres se separaron, y la adolescencia se encargó de acercar amigos y la pasión por la música. El es el cantante, guitarrista y compositor principal del octeto, que completan Gonzalo Castex (percusión), Martín Gil (trompeta y coros), Denis Ramos (trombón), Mauricio Ortiz (saxo tenor), Marcel Curuchet (teclados), Guzmán Silveira (bajo) y Diego Bartaburu (batería). El cruce del rock mamado a ambos lados del Río de la Plata con el candombe uruguayo y el reggae y el ska jamaiquino hizo de No Te Va Gustar su sello distintivo, siempre con melodías irresistibles a mano, que van de la influencia beatle a la canción de corte melancólico. Luego de tres discos, Solo de noche , Ese fuerte viento que sopla y Aunque cueste ver el sol , la banda uruguaya dio forma a su álbum menos festivo, Todo es tan inflamable . Poco tiempo después de su edición, sus planes se vieron alterados: el bajista y segundo compositor, Mateo Moreno, y el baterista, Pablo Abdala, daban un paso al costado y NTVG se quedaba sin base. "En principio vivimos la noticia con incertidumbre -cuenta Emiliano Brancciari-, pero nos duró cinco minutos, hasta que decidimos que queríamos seguir con la banda. Para cualquier grupo que se vayan el baterista y el bajista es un cimbronazo, pero nosotros pudimos superar rápidamente el momento. La banda ya está afianzada en lo musical y en lo humano y fue un renacer para el grupo. A partir de entonces le empezamos a dedicar más tiempo a la música del que le estábamos dedicando. ¿Viste que con los años te empezás a achanchar y te olvidás de los detalles? Bueno, creo que a nosotros nos estaba pasando algo similar y a partir de los cambios renovamos el aire. Ahora ensayamos con más ganas que nunca, obviamente que extrañando a los compañeros que ya no están arriba del escenario, porque abajo nos seguimos viendo, pero aprovechamos el aporte nuevo de Guzmán Silveira [bajo] y Diego Bartaburu [batería]." Largos, con distintos climas propuestos desde el escenario y una puesta en escena acorde con el álbum, así suelen ser las presentaciones de discos de NTVG, y ésta no será la excepción. "Vamos a tocar todo el disco, dividido en dos partes y con muchas canciones de los tres trabajos anteriores. Va a ser un show largo, como nos gusta a nosotros. Cada vez que vamos a Buenos Aires tenemos que terminar a cierta hora y debemos acotar el show; esta vez no, vamos a tocar como tres horas, con algún invitado de Uruguay y de la Argentina también. Además, llevamos una propuesta audiovisual bastante linda, con pantallas y cosas preparadas para ser disparadas con cada tema." Junto a La Vela Puerca, No Te Va Gustar compone la primera línea del nuevo rock uruguayo que se cultivó en la segunda mitad de los 90 y tuvo su mejor cosecha con la llegada del siglo XXI. En ellos recae, en parte, el peso del nuevo movimiento, que, por cierto, sigue acrecentando el número de bandas y la convocatoria. ¿Pesa la mochila? "No -responde el cantante-, nosotros hacemos lo que nos copa en el momento, no estamos pendientes del entorno. Es una bandera que si hay que llevarla la llevamos con orgullo, pero no nos representa ninguna presión. Obviamente, si estás a la cabeza de un movimiento de bandas en crecimiento el apoyo del público es eso, apoyo. En todo caso, la presión la tenemos con nosotros mismos, porque somos muy exigentes, siempre queremos más de los discos y de los shows y con un sentido muy crítico." Con más tiempo para experimentar, a Emiliano y los suyos les salió un álbum algo alejado de la trilogía que lo precedió. "Una parte la grabamos en nuestro estudio, en Montevideo, y la otra en Buenos Aires, en Panda, nuevamente con Tito Fargo como productor. Creo que las letras son más oscuras y eso se debe a que tratamos de no repetirnos." Levantan la vista y en el horizonte los No Te Va Gustar ven un largo tour de presentaciones a ambos lados del Río y del Atlántico. Todo es tan inflamable aún tiene sabor a nuevo; sin embargo, ellos disfrutan de una saludable prosperidad compositiva. Ya hay diez canciones nuevas esperando por un próximo disco.


Atte: Estefy

"Va a ser un show largo"
Emiliano Brancciari, líder de la banda uruguaya, habló con Ciudad.com antes del arribo a Obras por primera vez, este viernes (entradas agotadas) y domingo. Asegura que el duelo por la ida del bajista y el baterista, que casi hiere de muerte al grupo, ya está hecho y la fuerza sigue intacta; cuenta cómo fue el ensamble con los nuevos chicos y qué aportaron; hace un balance del último disco a cuatro meses de haber salido; y, claro, anticipa cómo serán los shows en el estadio que ellos consideran "el" lugar.

-¿Qué significa para la banda llegar a Obras y por duplicado?
Es una alegría enorme. Para nosotros es "el" lugar. Ahí tocaron todos los que nos gustan a nosotros. Es un lugar mítico como lo es el Teatro Belgrano, en Montevideo. Ya era un sueño tocar en un festival ahí y, bueno, ahora se da que vamos a tocar solos. Se terminaron las entradas para una fecha en un día y hubo que agregar otra. -El año pasado, en el Pepsi Music, tuvieron un aperitivo de la convocatoria del grupo. Ya en ese momento sabíamos que mucha gente nos iba a ir a ver a nosotros. Quizás fue una sorpresa para la organización y para quien lo veía de afuera. Nosotros ya sabíamos, por las presentaciones anteriores en el Teatro de Flores, que mucha gente nos iba a ir a ver.
-¿Cómo sienten el hecho de llegar a este momento cuando la banda viene saliendo de una reconstrucción importante? ¿La hace distinta esta experiencia?
Sí, lo hace distinto porque somos una banda nueva. Somos una banda vieja, nueva. Si bien el repertorio y la fuerza del grupo siguen estando igual, intactos, hemos recuperado una energía que con el correr de los años habíamos perdido. La banda se había achanchado al tocar en vivo todo el tiempo. Ahora empezamos a tomar la música desde otro lado, a prestar atención a muchos detalles que al principio también hacíamos, pero luego dejamos de hacerlo porque vivíamos para tocar en vivo. Estamos ensayando mucho, hablando mucho. La energía que aportaron los nuevos músicos está buenísima también. Tienen cosas para enseñarnos y cosas para aprender y ese intercambio hace que las ganas sean otras.
-¿Cómo fue el proceso de ensamble con los nuevos chicos?
La verdad que fue rapidísimo. Yo le tenía más desconfianza, pero se adaptaron muy rápido a nosotros y viceversa. Ya pasamos esa etapa de "apréndanse las canciones" y ya estamos intercambiando, que es lo más destaco. Cuando nosotros decidimos seguir tocando pese a que no seguían ni el bajista (Mateo Moreno) ni el baterista (Pablo Abdala), que en toda banda son fundamentales, la verdad que ahí dudamos un segundo. Pensamos si iba a ser complicado o simple y la verdad que, por la personalidad de los músicos que entraron y por la nuestra, se dio todo muy fácil y natural.
-¿Entonces el duelo ya está hecho para la banda?
Tal cual. Aparte creo que, el duelo, la gente no lo vivió a la par porque nosotros ya lo sabíamos de antes. Tuvimos un tiempo de adaptarnos a la idea mientras seguíamos tocando con nuestros ex compañeros. Eso ayudó mucho a que nos hiciéramos la idea y después la pudiéramos comunicar. -Mateo tenía una presencia importante en los recitales. Era una especie de segundo líder. Que ya no esté,
-¿modifica en algo la estructura de los shows de NTVG?
Y... cambió porque hay otra persona (Guzmán Silveira), con otras características. A pesar de que es muy joven -22 años- tiene una personalidad y una imagen muy fuerte.
-A cuatro meses de la salida de "Todo es tan inflamable", ¿cuál es la evaluación que hacen del disco? ¿Coinciden en que es un álbum muy diferente a los otros?
Creo que es el disco más diferente, pero el que más me gusta. Pasa el tiempo y cada vez me gusta más. Quizás no tenga esa velocidad para asimilarlo como tiene el segundo disco que tiene unas canciones más fáciles de digerir. Este es más pesado en cuanto a letras, musicalmente también. Es un disco distinto, pero el que viene también va a serlo. Tratamos de seguir lo que nos parece correcto en el momento y de no repetir fórmulas. Las composiciones son diferentes, los estados de ánimo son diferentes. Las composiciones son diferentes, los estados de ánimo son diferentes. Ya tenemos 10 temas nuevos para el próximo disco –mitad de 2008- y no tienen nada que ver con esto. Pero todavía no hemos disfrutado en vivo este material.
-¿Qué tienen preparado para los shows en Obras? ¿Qué sorpresas se pueden adelantar?
Que va a ser un show largo. Vamos a tocar el último disco completo y canciones de los anteriores. Van a haber invitados que vienen de allá más algún invitado de acá también.
-Si tuvieras que elegir un título para el momento que atraviesan, ¿cuál sería?
Renacimiento.