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En el día del gran ritual, Guasones amaneció temprano y, al menos por un rato, anestesió la espera. Minutos antes, las remeras alegóricas habían invadido gran parte de estadio monumental en busca de melodías pegadizas y, por qué no, acordes disonantes.

Ajenos a la muchedumbre, los platenses subieron al escenario principal a la hora indicada y, gracias a sus populares canciones, lograron mostrar su potencial escénico y su costado más roquero. Down, Reyes de la noche y Gracias fueron las melodías más festejadas por los tempraneros de siempre.

Luego de casi treinta minutos de puro rock and roll, No te va Gustar aterrizaba en Buenos Aires con la clara intención de conquistar espíritus y aportar nuevos matices. Y así fue. A partir de un gran momento musical, los uruguayos marcaron la cancha una vez más y, por si hacía falta, dejaron muy en claro que quieren, y vienen, por mucho más. Al vació inauguró la lista. A continuación, Emiliano saludaba con el ya clásico: ¡Hola, Buenos Aires!, y Vivir Muriendo se colaba entre los trastes de su guitarra.

A esa altura, el campo se había llenado y las plateas comenzaban a completarse. En el escenario, mientras tanto, NTVG aprovechaba la oportunidad y sacudía las cabezas con riff poderosos y bases bien ajuntadas. El oficial marcaba el final de la primera parte y, al mismo tiempo, obligaba a la reflexión. Entonces, un pedacito de Todo un Palo, de Los Redondos, surgía de la nada para el delirio de los presentes. En el final, Fuera de Control, Te voy a llevar y No era cierto se llevaron los mejores aplausos.

La tercera noche del Quilmes rock 2008 arrancó fluida y con varios pasajes multifacéticos. No te va gustar coronó una presentación tremenda, prolija y sin fisuras. Sin embargo, y salvando las diferencias, Guasones funcionó muy bien para despertar a una multitud dormida pero sedienta de mucho rock.

Por Gustavo Cibreiro

Gracias a la Rock And Pop...