.:: Todo sobre: No Te Va Gustar ::.

Más allá de sus señas particulares y diferencias, existen varios puntos en común entre La Vela Puerca y No Te Va Gustar. Ambas bandas provienen de Uruguay, nacieron a mediados de los noventa, comparten su gusto por la mixtura de estilos, tales como el rock, el ska, el reggae, el funk, el punk y la murga, pero, por sobre todas las cosas, han conquistado al público argentino a fuerza de visitas y más visitas, conservando además una sana armonía y una “competencia” amistosa.
Para ser justos, vale aclarar antes que nada que el rock uruguayo no nació con el boom experimentado entre fines de los noventas y principios del nuevo milenio sino que cuenta con una extensa, frondosa y muy rica historia que se remonta hacia fines de la década del cincuenta e inicios de los años sesenta. De todos modos, sí es cierto que a partir de la movida generada por La Vela, NTVG y muchos otros grupos, el rock de la vecina orilla comenzó a captar la atención de mucho público más allá de sus fronteras.
La relación entre ambas bandas y la Argentina comenzó desde temprano y de menor a mayor, aprovechando al máximo las invitaciones a participar de diferentes festivales y debiendo pagar el consabido derecho de piso al aceptar ser parte de una extensa grilla de artistas, tocando en horarios vespertinos y durante escasos minutos. 
Pero a fuerza de perseverancia, de “cruzar el charco” infinidad de veces y de tener un repertorio superlativo repartido en cada vez mejores discos, tanto el grupo que comanda Sebastián Teysera como la agrupación liderada por Emiliano Brancciari supieron captar la atención de un público argentino que, en muy poco tiempo, los adoptó como propios.
Lo que tanto La Vela como NTVG experimentaron el fin de semana pasado en la edición 2009 del festival Pepsi Music fue inolvidable, brindando sets contundentes, más extensos y ubicados en un lugar de privilegio dentro de las grillas de grupos de ambos días. Y este “premio” no cayó del cielo; ellos se lo ganaron gracias a canciones contagiosas (algunas festivas, otras de tonos más duros, varias melancólicas) y a una saludable actitud de ir siempre hacia adelante buscando nuevos sonidos y renovadas historias para contar. 
Sin embargo, lo más valioso de esta experiencia vivida muy recientemente es recalcar que ellos mantienen su status de “nuevos abanderados del rock uruguayo” aún cuando la explosión surgida a comienzos de 2000 parece haber amainado un poco. Esto demuestra, nada más ni nada menos, que lo suyo supera la típica moda pasajera impuesta por las radios o el mero éxito instantáneo. La Vela Puerca y NTVG están aquí para quedarse por mucho tiempo y, quizás, el enorme vacío dejado por bandas de peso (y con algunas coordenadas comunes con ellas) como Los Piojos o La Bersuit esté, de algún modo, colaborando para que muchos oídos “huérfanos” se sumen a sus respectivos séquitos. ¡Vamo’ arriba la celeste!